noviembre 19, 2013

Homenaje al descubrimiento del petróleo.

Lo que se lee a continuación tiene que ver con una nota que le hice a don Ponciano Rañil en el año 2001. Son esas cuentas pendientes que tenía y sentía que el tiempo puede darte una mala jugada y me quedaba sin el testimonio de uno de los últimos testigos directos. Así ante la invitación que le hice a Ponciano, nos fuimos con mi viejo los tres en una camioneta rumbo a Catriel Oeste. No la he retocado, está tal cual salió en uno de los diarios regionales. Es también un homenaje a todos los que dejaron "el lomo" en los campos de nuestra región.


Los primeros tiempos del Catriel petrolero
Ponciano Rañil es el único de aquellos hombres que estuvieron en el pozo el día del descubrimiento del petróleo. Él reside en Catriel desde 1965. Hacía más de 17 años que no volvía a esa zona. Este medio lo acompañó hasta Catriel Oeste, a unos 45 km. de Catriel, para hablar en el lugar preciso con el mayor protagonista del comienzo de la historia petrolera en esta provincia.
Mientras viajábamos entre el calor y la tierra, adentrándonos en los yacimientos hacia el oeste, cercano ya el límite con Neuquén; don Ponciano va desgranando sus recuerdos " Vinimos en junio del 59, me acuerdo que paramos a unos 50 kilómetros de Catriel porque habíamos perdido el río, que era la única referencia que teníamos para llegar. Yo venía con 4 tres compañeros más en una camioneta y traíamos una casilla."
Catriel era una especie de oasis en medio del paisaje agreste y reseco, pero un oasis muy pequeño, de no más de 500 personas. "Llegamos de noche, estaban los camiones con los caños y el equipo iba llegando por partes; esa noche y las que siguieron dormimos en casillas, y nos pasábamos a asado, porque no había comedor. Luego levantaron un galponcito y vino un cocinero. En un principio en el campamento el baño era un canal que pasaba por atrás; recién al mes y medio hubo baño más o menos presentable. Pero Catriel no era nada, había tres o cuatro boliches ".
El lugar donde estuvo el primer campamento de YPF, en la Av. San Martín entre las calles Córdoba y Corrientes, parte del terreno aún permanece baldío.
Mientras nos guía por la maraña de "picadas" que se asemejan a una telaraña gigante en el medio del monte y los bombeadores continúan con su monótono saludo, Ponciano Rañil sigue evocando anécdotas acumuladas por más de 28 años de andar en el campo.


"El primer pozo que se perforó lo hicimos en Peñas Blancas y no hubo nada. Después pasamos a Catriel Oeste, el pozo X2, salió una muestra pobre de petróleo, lo que nos entusiasmó. Nos fuimos unos 2000 metros para el lado del cerro, y ahí perforamos el X 1".
Se jubiló en 1981, casi tres décadas en el campo, la dureza del trabajo y del clima está nítidamente grabada en su cara. Lo peligroso de esa tarea se refleja en algunos accidentes " me quebré un brazo, una pierna y la cicatriz en el mentón es de una rosca de cuatro pulgadas y media; pero nunca le agarré miedo a los fierros", se enorgullece.




El día 20
A unos mil metros por el camino principal que atraviesa las plantas de almacenamiento de petróleo de Catriel Oeste, se ve un pozo y un monumento. El sitio está en una planicie de montes pequeños, entre los que sobresalen por su abundancia, las jarillas y las zampas. Desde allí se divisan los "guanacos" petroleros y el tendido enmarañado de cables.
Ponciano Rañil se emociona mientras se calza el casco de aluminio con huellas de malos tratos y retrocede 42 años atrás: "Llevábamos en este pozo cerca del mes, el trabajo era lento, yo era enganchador. En ese momento cumplía el turno de 4 de la mañana hasta las 12 del mediodía. Me acuerdo que estaba clareando y estaba agradable la madrugada. A las 5 de la mañana hubo un ruido grande y se vino el petróleo en forma incontrolable, no lo podíamos ahogar; el encargado de turno corrió a la camioneta para avisar por radio; corría el petróleo por las picadas, y por todo ese campo", nos indica Ponciano.


"Nosotros gritábamos y estábamos empapados de petróleo. Ese día los seis éramos Sigifredo Muñoz, Antonio Bosques, N. Parra, el "turco" Deiub, el "carancho" Muñoz y yo, el "mono" Rañil", y se ríe al revelar su apelativo.
Y la historia cambió. En el mismo año ya había 3 equipos perforando en la zona. La población de Catriel pasó de 500 habitantes en 1960 a casi 7.000 en 1970. Este mismo año, el 22 % del producto bruto provincial era aportado por los yacimientos de Catriel. En la actualidad en el área Catriel hay más de 1000 pozos productores, y 20 yacimientos.
Después de refrescarnos y de tomar unas fotografías, Ponciano Rañil realizó una ceremonia casi secreta, ató una cinta celeste y blanca a la cañería del pozo y otra en el monolito que recuerdo aquel hecho, guardó su casco y emprendimos el regreso.