RÃo al pedo
Con estos brutos calores propios del desierto, uno se pregunta cómo carajo a nadie se le ha ocurrido hacer algo para poder disfrutar del rÃo. Hace siglos que el agua pasa por el patio de la casa y miramos para otro lado...
Seguimos desaprovechando lo nuestro, y esa parece ser una de las caracterÃsticas de esta sociedad.
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