Unas horas en que la memoria del horror se transformó en una verdadera coraza contra el olvido. Y dentro de esa coraza hubo belleza, emoción, música, hermandad, palabras, gestos que hicieron que el acto por el 24 de marzo, el acto por el nunca más, sea a su vez un puntapié para que en cada ocasión que nos juntemos, la palabra desnude a los hombres.
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