marzo 15, 2005

CONTROLES


Se les ha dado por la fiebre del control a los inspectores municipales, movilizados en la kangoo "multa-móvil" se desplazan en grupo cual si fueran Elliot Ness y sus intocables. Desde el interior del rodado ponen cara de severidad y con ojos escrutadores buscan a los potenciales infractores lapicera y acta en mano.

No está mal controlar pero cuando las cosas se hacen sin un criterio rector o no pidamos tanto, simplemente sentido común, lo que en teoría está bien, en la práctica se transforma en muchos casos en un despropósito.

Veamos: Si fuese por medidas de seguridad, el 90% de los locales públicos no las tiene, porque cuando fueron habilitados NUNCA se las pidieron; pedirles todas juntas ahora es lisa y llanamente condenarlos a cerrar. Un ejemplo es el salón que Cotecal tiene en el barrio YPF, se sabe que su techo es altamente cumbustible, pero no contiene materiales que pueden afectar la salud de las personas en un presunto incendio, además las vías de escape son generosas para la cantidad de gente que va.

Si se clausura este salón, también habría que hacerlo con el CEM 21, verdadera trampa mortal, con materiales inflamables, pasillos estrechos para cantidad de alumnos, etc., lo mismo se puede decir de los pabellones que donó YPF,por lo menos en dos, doy fe que no hay un mísero matafuegos.

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