Sé que alguno estaba esperando que dijera algo sobre el evento folclórico que ha traído bastantes problemas, ya que parece que la institución que pretendía colaborar con el hospital ha sido, según ellos, estafada por el empresario y esto perjudicó no sólo a la institución sino a la gran cantidad de comercios que colaboraron. Hasta aquí los hechos.
Voy a contar una fábula. Había una vez un chancho que tenía mala fama porque se comía todo. Un día el padre de familia le dio maíz al chancho en la cocina y el chanco desgraciado se comió el maíz pero también el puchero de la familia.
Tiempo después la hija de la familia le dio maíz en la despensa, el chancho desgraciado se comió el maíz pero también los embutidos de la familia. Unos meses más tarde, la madre de la familia le dio maíz al chancho cerca de la huerta, y el chancho desgraciado se comió el maíz pero también parte de las verduras de la huerta.
Moraleja: la culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer.
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